La complejidad de vivir simple

La vida es simple, muy simple, no necesitamos de mucho para sentirnos plenos, basta con cubrir con nuestras necesidades fisiológicas básicas, mantener buenas relaciones, contar con un lugar seguro para vivir y procurar un bienestar a largo plazo.

El ejemplo más claro de que la vida es simple está en la naturaleza, podemos observar como las plantas contribuyen con la alimentación de los animales, con la oxigenación del planeta e incluso con el diseño paisajes maravillosos que alegran nuestra vista, todo eso por el simple hecho de existir y de fluir para las razones que fueron creadas.

En el caso de los animales, es posible apreciar como simplemente buscan mantener su equilibrio, comen cuando tienen hambre, reposan para conservar su energía y solo la utilizan cuando es necesario, no buscan el poder ni la gloria, sin embargo, si necesitan de un liderazgo como manada para sobrevivir y ese liderazgo se le "otorga" al integrante más estable y con mayor fortaleza.

Los seres humanos evolucionamos y trascendimos solo el cumplimiento de las necesidades básicas, lo cual ha traído por consecuencia extraordinarios avances como sociedad, desarrollo de la ciencia, del arte y de tecnologías cada vez más sofisticadas. Por otra parte, esa evolución ha implicado que los humanos también tengamos una aparente necesidad de que las cosas sean complejas, de lo contrario, creemos que no valen la pena, pensamos que todo necesariamente requiere un esfuerzo desmedido para que tenga mérito, incluso cuando las cosas parecen ser fáciles consideramos que hay un truco de por medio.

Para nosotros, vivir simple se ha vuelto complejo, basta con mencionar algunos ejemplos cotidianos:

  • Se dice que las relaciones interpersonales son complejas y si bien puede haber un grado importante de desafío al tener diferencias como individuos, algunas de las pautas para una buena relación son siempre las mismas: confianza, buena comunicación y respeto.

  • Para algunos, cuidar la salud es un tema complejo, sin embargo, una de las pautas consiste en darle al organismo lo que necesita para que como resultado se sienta energizado y con vitalidad: una alimentación adecuada, actividad física, descanso y calma.

  • Varios de nosotros también hemos pasados por temporadas negativas financieras, pero tampoco es tan complejo gestionar unas finanzas sanas, una de las pautas consiste en mantener una vida consistente con los recursos que tenemos sin caer en la tentación de buscar el beneficio a corto plazo y la deuda para mañana, especialmente para temas placenteros, en otras palabras: "endéudese hoy, goce hoy y preocúpese mañana".

Para los 3 ejemplos anteriores hay un común denominador que provoca la complejidad: anteponer el deseo por encima de la necesidad. El deseo visto desde su perspectiva negativa, es un detonante para la complejidad:

  • Desear una buena reputación por encima de una relación interpersonal sana, provoca conflictos.

  • Desear cumplir recurrentemente con antojos y con lo que nuestros sentidos nos piden, provoca placer en el corto plazo pero daños a futuro.

  • Desear una calidad de vida que hoy no es factible tener e hipotecar el futuro para conseguirla, provoca inestabilidad financiera que al final termina afectando otras aristas de la vida.

Estoy completamente a favor de que esta vida se trata crecer hasta el último día, crecer lo más que se pueda, porque tenemos una esencia creadora, por que nuestra naturaleza nos lo pide. Desear desde un sentido positivo, es un impulsor que hará que nos movamos para crecer, pero si no sabemos utilizarlo a nuestro favor, tendrá el efecto contrario, terminará por complicar las cosas y por destruirlas.