La trampa de cambiar lo de afuera
Cuántas veces te ha ocurrido que al sentirte triste, con decepción o frustración le has apostado a realizar algunos cambios externos que te motiven o que signifiquen una transición, por ejemplo: un corte de cabello, comprar cosas, comer algo que te guste; algo que sirva como aliciente para mejorar tus emociones, sin embargo, esos antídotos son efímeros, la satisfacción de utilizarlos solamente se mantiene según su duración.
Externamente podemos modificar varias cuestiones, podemos cambiar de look, transformar de un cuerpo regular a un cuerpo atlético, ganar más dinero, volvernos "exitosos" ante ojos externos, pero si no hay un cambio auténtico desde adentro, también todos esos aspectos serán efímeros. Se puede empezar a generar más dinero y seguir con una actitud miserable, se puede ocupar una posición de poder y mantener una mentalidad y actitud de esclavo, se puede estar aparentemente saludable y continuar con un comportamiento de enfermedad.
Hay una frase muy popular cuando uno aspira hacia un objetivo que dice "Fake it till you make it", que sería algo como "Finge hasta que lo consigas"; Alguna vez intenté realizar esta práctica de manera externa: desde un cambio vestimenta, comprando objetos que aún no tenía la solvencia para hacerlo, ofreciendo cosas que no podía cumplir y los resultados fueron desastrosos, dichos cambios estaban huecos, no tenían un sustento real, aunque desde afuera pareciera que yo hubiese logrado cosas, en realidad no lo creía, es decir, ni yo mismo me compraba esa idea que quería vender a los demás.
Si, bien creo en que este recurso pueda funcionar, el cambio debe venir desde adentro, es decir, a partir de desarrollar la capacidad de modificar los pensamientos y, por consecuencia, las emociones y sentimientos mediante ejercicios como la visualización, el cual realizamos frecuentemente consciente o inconscientemente ¿O me vas a negar que cuando piensas en una situación negativa empiezas a desmoralizarte, estresarte o enojarte aún cuando afuera las cosas siguen idénticas? Lo que quiero decir, es que al lograr esto desde adentro, ya no estamos hablando de un fingimiento, porque las emociones se convierten en algo real.
Cambiar desde adentro implica cambiar lo que sentimos y lo que percibimos de nosotros mismos, es decir, cambiar aquello con lo que nos identificamos. Observa a tu alrededor y te darás cuenta que las personas que cambian externamente, pero que no han logrado identificarse con sus cambios, es decir, que no cambian desde adentro, tarde o temprano regresan a su estado anterior.
Tratar de cambiar por las razones equivocadas y por el camino equivocado lo único que provocará será la prolongación del sufrimiento, la plenitud de la vida viene desde nuestro interior, ten por seguro que ningún cambio solo basado en exterior será sostenible.