"Tener miedo de lo que es diferente o desconocido es tener miedo a la vida"
Adaptarse a los cambios es algo que se menciona mucho y que se dice fácil, pero la pregunta que surge continuamente es ¿Y cómo me adapto a los cambios?
Desde mi perspectiva, hay varios elementos por considerar, entre ellos:
Aceptación: Un aspecto que se dice fácil pero que es indispensable llevar a cabo para avanzar. Resistirse a que las cosas han cambiado o aferrarse a que el pasado fue mejor de lo que estás viviendo actualmente, lo único que provocará es que te frustres y que te hundas en un mar de nostalgia.
¿Cómo aceptar? Nuestra mente usualmente juega en nuestra contra, no porque sea nuestro enemigo, sino porque su labor principal consiste en sobrevivir y por ello suelen predominar escenarios “catastróficos” sobre el futuro, o situaciones que tiene que ver con remordimiento derivadas del pasado. Los pensamientos simplemente surgen, aparentemente de la nada, aunque tienen una infinidad de influencias, las noticias que hemos visto, las conversaciones que hemos tenido, la música que escuchamos, la cultura en la que nos desenvolvemos, etc.
Observa tus pensamientos: Que nuestra mente vuele y provoque todo este tipo de pensamientos es normal, sin embargo, el reto consiste en aprender a observar esos pensamientos sin identificarnos con ellos ¿Cómo? Evitando creer las historias que aparecen, evitando sumergirnos en el contexto que transcurre.
Imagina que tuviste un conflicto con tu pareja hace poco y tu molestia fue bastante intensa, en ese momento pudieron haber muchos factores en juego que propiciaron dicha molestia, pero simplemente podría quedarse ahí; pero no, por lo regular solemos recordar ese conflicto a lo largo del día y revivir una y otra vez las escenas que más provocaron el disgusto, el suceso ya no está ocurriendo en realidad, pero en tu mente lo estás visualizando con tal intensidad que renacen tus emociones.
Recapitulando, tus emociones si son reales pero la historia no, la historia solo está en tu cabeza y muy probablemente, dicha historia tiene alteraciones “a tu favor” para aumentar la intensidad de tu enojo. Esas mismas alteraciones que simplemente surgieron, las puedes poner a tu favor, pero a diferencia de las primeras, en este último caso se requiere de voluntad.
Una de las mejores maneras con las que podemos aprender observar nuestros pensamientos es a través de la práctica meditativa.
Que tu pasado sea un referente y no una carga: Identifica los aspectos que tengas actualmente y los logros que has materializado hasta el momento en tu vida, esto puede servirte para recordar lo que has sido capaz de hacer incluso en tus más grandes dificultades, las cuales estoy seguro de que siempre se han presentado en tu vida.
La vida significa movimiento y donde hay movimiento siempre hay incertidumbre, desafortunadamente, si no te gusta la incertidumbre y buscas solo la seguridad, por más duro que suene, solo habrá un lugar en donde definitivamente la encontrarás: en la muerte.